El plástico mágico es un material plástico que se vende en hojas finas, y que se encoge aumentando el grosor y disminuyendo la superficie al calentarlo. Se puede calentar con una pistola de calor o en un horno casero. Antes o después de calentarlo se puede pintar con diferentes materiales, desde los lápices de colores a rotuladores, tintas al alcohol, sellos con tampones, etc. Lo más típico, y que queda muy bien además, son los lápices de colores.
Es un trabajo adecuado para niños, calentando un adulto, pero que se puede hacer a todas las edades. Hay trabajos con plástico mágico típicos de escolares, pero también podemos hacer trabajos de bisutería, scrapbooking y decoración de un nivel más adecuado para adultos, aficionados o profesionales de las manualidades y la artesanía.