Cestería con médula de junco

Desde los primeros tiempos de la humanidad, el hombre trenzaba las plantas flexibles que encontraba en la naturaleza para la fabricación de cestos y recipientes con los que transportar y almacenar los alimentos, siendo así una de las actividades más antiguas que el hombre ha practicado. Esta artesanía se centra principalmente en piezas y recipientes de uso doméstico y agrícola.

 

Actualmente, la cestería sigue integrada en nuestra vida tanto en mobiliario y objetos útiles como en carácter decorativo y ornamental.

 

A continuación, daremos las pautas para llevar a cabo todo tipo de trabajos de cestería, elaborados con médula de junco que es el material más adecuado para los principiantes en esta artesanía, ya que posee la doble ventaja de ser muy maleable y poder adquirirse fácilmente en comercios especializados o tiendas de manualidades.

Materiales

  • Médula de junco: encontraremos médula de junco con un grosor desde 1,5 mm. hasta 6 mm. Este material para su manipulación debe remojarse en agua durante 5 ó 10 minutos, si es de calibre fino, y de 30 a 40 minutos para los calibres más gruesos.
  • Tabla de contrachapado: las utilizaremos para confeccionar las bases de madera de los cestos que cortaremos con las medidas deseadas con ayuda del arco de segueta o la caladora.

Preparación del junco para trabajarlo
Primeramente, debemos cortar las guías, que serán las varas de junco que formarán el cuerpo y el esqueleto del trabajo. Éstas se cortarán con las medidas deseadas según el tamaño de la pieza a realizar. Para ello, procuraremos enderezarlas en caso de que estuviesen dobladas o curvas y las cortamos con las tijeras. Para calcular la longitud de las guías, debemos sumar dos veces la altura del cesto más la base y 15cm de remate por cada lado. La cantidad de las guías a utilizar, viene determinada  por el diámetro de la base, es decir, si queremos hacer un cesto grande, necesitaremos más guías que si lo queremos hacer pequeño.La única condición a tener en cuenta para hacer este calculo es que la distancia óptima entre las guías a de ser de 2 a 3 cm, si queremos que el cesto nos quede consistente y uniforme, y que el número de guias sea impar.

A continuación preparamos las tiras de médula serán con las que realizaremos el tejido entorno a las guías, éstas deben enrollarse y ponerse en remojo para que adquieran la elasticidad para ser manipuladas sin peligro de roturas o quiebras. Así, las introduciremos en un recipiente con agua donde permanecerán el tiempo necesario, aproximadamente 15 minutos, dependiendo de su grosor.

Si deseamos introducir color en nuestro trabajo, podemos pintar la cesta una vez confeccionada con pinturas acrílicas, tintes, barnices, etc., utilizando un pincel o brocha, o teñir las tiras de junco antes de comenzar a tejer la cesta.

 

En el teñido, emplearemos tintes químicos que encontraremos en tiendas especializadas y que son los mismos que se utilizan para el tintado de tejidos. Debemos preparar el tinte para según las instrucciones el tinte según las instrucciones de uso de cada fabricante, e introducir las tiras de médula en el tinte el tiempo necesario hasta que obtengan el color deseado, teniendo en cuenta que mojado el tono siempre es un tono más oscuro.

Otro punto a tener en cuenta es la importancia de la postura de trabajo, fundamentalmente serán dos; apoyado sobre la mesa para realizar los empieces, colocando el trabajo en el borde para modelarlo mejor, y sobre el pecho para tener más control a la hora de comenzar a tejer la pieza con dirección hacia arriba.

Por ejemplo, si vemos que las guías van hacia afuera y queremos ponerlas rectas, empujaremos con la mano izquierda hacia adentro dando la forma deseada, colocando la pieza enfrente de nuestros ojos y girándola hacia la derecha a medida que vamos tejiendo.
Debemos tejer siempre en sentido de las agujas del reloj.

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